En el
mundo, del 100% del agua que existe, un 97.5% de ella es salada y sólo un 2.5%
es agua dulce. De este último porcentaje el 70% está bloqueada, es decir, está
retenida en casquetes polares o en hielos eternos; un 29.6% está almacenada y
sólo un 0.4% está disponible para el consumo humano del planeta.
Agua dulce es agua que se encuentra naturalmente
en la superficie de la Tierra en capas de hielo, campos de hielo, glaciares,
icebergs, pantanos, lagunas, lagos, ríos,
arroyos, y en la
lluvia, y bajo la superficie como agua subterránea en
acuíferos y corrientes de agua subterránea.
Entendida como uno de
los elementos más importantes y centrales para la supervivencia de cualquier
forma de vida, el agua es sin duda alguna necesaria y útil en un sinfín de
formas para seguir reproduciendo la vida en el único planeta hasta ahora
conocido por el ser humano como habitable. Dentro del agua, encontramos además
varios tipos y uno de ellos, tal vez el más importante para el ser humano, es
el de agua dulce. Cuando hablamos de agua dulce estamos haciendo referencia a
la distinción que se genera entre el agua salada del mar y los océanos (con un
alto contenido de sodio) y el agua de ríos, lagunas y lagos que no es dulce
sino que se opone a la anterior.
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